lunes, 23 de junio de 2014

El primero de los sitios… Doña Mary!!!

Estimados y tragones congéneres:



Como les adelanta mi amigo chilango más o menos adoptado en Querétaro, yo soy aquel otro tipo más o menos adoptado en Querétaro, con la notable característica de un estómago bendito, que es uno de los órganos que más presumo de mi cuerpo serrano, por supuesto después de mi principal órgano sexual, que por otro lado y ya que les estoy presumiendo, pesa varios kilos. 



Pero como en esta página no estamos para presumir de estómago ni de cerebro, sino más bien para iluminar y ser iluminados con las posibilidades culinarias del entorno, paso directamente a darles mis primeras recomendaciones:

Top 1 - Doña Mary: Déjense de historias, Doña Mary lleva probablemente toda la vida haciendo sus guisos, presentados en forma de sope, taco o quesadilla en tortillas que hace a mano. 

La verdad, antes de que ustedes se animen a probar cualquier mierda en cualquier sitio, lleguen ahí para saber lo que es bueno en la vida. 
Tiene de asadura; de carne deshebrada de pollo en salsa de chile pasilla; de chicharrón; de rajas con queso; de champiñones; de espinacas; de nopal; de papitas; de huevo y según temporada, de flor de calabaza. 

En Semana Santa suele hacer algunas variaciones por aquello de no preparar carne, aunque hasta donde yo entiendo de biología, los camarones también son carne...

En ese lugar descubrí que mi restaurante favorito del mundo mundial no necesita tener chelas y una silla de plástico en la pared es un trono en el que la única preocupación vital es, cómo hacer que no salte comida en la playera. 

No sean mamones y tengan el buen gusto de no llegar con corbata, por favor. Y siempre se podrán entretener viendo el capítulo de la telenovela en la pantalla nada plana del equipo audiovisual de Doña Mary, siempre vigilados de cerca por las fotos del Papa Juan Pablo. Ambiente y actitud familiar y sin fisuras.



Para ubicar a Doña Mary en el espacio-tiempo, le podrán encontrar en su casa de Gutiérrez Nájera, en algún punto entre 16 de Septiembre y 5 de Mayo. 

Salvo por el hecho de que Doña Mary tiene unos setenta y cinco años, sería como para pedirle matrimonio. 

Lleguen cualquier día laborable para cenar, a partir de las siete de la tarde y me entenderán. 



Jon Aguirrezábal


No hay comentarios:

Publicar un comentario