El inicio del camino

Pues bien mis carnales visitantes, los saludo al tiempo que les platico que el día de hoy me ha atacado una idea que, si bien no es revolucionaria en el tema, si podría ser de utilidad pues tiene por finalidad dar a conocer algunos rincones culinarios de esta entidad, principalmente en la capital queretana.

Pretendemos llevar hasta sus dispositivos computacionales, tanto su servidor acompañado de mi buen compañero Jon (Jonato, para los cuates) la ubicación, menú, propietarios, precios, historia de ser posible y toda aquella información necesaria para que Ustedes, mis queridos carnales, puedan llegar a los lugares que ofrecen buena comida callejera y a buen precio en la ciudad para los momentos de duda o, simplemente por probar algo nuevo, mostrando los lugares ya famosos y conocidos, así como los no tan nuevos y no tan conocidos, emitiendo nuestra siempre humilde pero sincera opinión sobre el lugar en cuestión.

Quién no se ha hecho la pregunta: "¿A dónde vamos a desayunar/comer/cenar hoy?" Teniendo en sus bolsillos solamente $50.00 o quizá menos. O después de una noche de parranda, quién no ha tratado de encontrar abierto algún changarro garnachero que permita satisfacer ese apetito para darle cuerpo al vómito o para calmar el mentado "monchis" post mostaza.

Seguro que como he dicho antes, no es ésta la idea más revolucionaria de la historia pero, el menos me permite satisfacer mi frustrado deseo de pseudo escritor aportando ideas a ustedes mis carnales lectores visitantes para que se enteren de lo que durante años, o incluso recientemente, ha calmado la voracidad queretana.

Los llevaremos por un paseo culinario (qué mamila suena eso) que les mostrará la ubicación de los lugares que no aspiran a ser pretensiosos ni mucho menos "chic". Para eso me permito delimitar aquello que podría considerarse "CALLEJERO": esos que se identifican por los perros merodeando las sobras de los comensales, por las bolsas con agua para espantar las moscas, por el teporocho simpaticón que se niega a ir a dormir con su vieja, por el músico soñador que aún aspira a ser descubierto por algún empleado de segunda monta en Televisa, aquellos que junto a las paradas de camiones ofrecen sus platillos a los clientes que veloces y presurosos se dirigen a sus trabajos, tanto en mercados, plazas, avenidas, callejones y cualquier lugar que se deje encontrar. Sin embargo también incluiremos lugares "establecidos" que, por ejemplo, tengan hasta un techo y una puerta pero que, igualmente ofrezcan a sus comensales alimentos preparados de manera rápida y a precios accesibles que puedan ser cubiertos con los sueldos de ensueño que se perciben en esta zona del país.

Ocasionalmente nos alejaremos del ajetreo capitalino para visitar sitios más tranquilos pero igual de exquisitos y que cumplan con la misma misión: mostrarles sitios callejeros a precios accesibles.

Bien mis carnales, dejémonos de payasadas, siéntanse libres de comentar y sugerir lugares con la certeza de que acudiremos a éstos en cuanto sea posible y por los cuales emitiremos nuestras humildes opiniones.

Por mi parte, espero que mi estómago débil pero siempre dispuesto, me deje agotar esta misión, todo en beneficio de la sociedad queretana y de los visitantes a esta encantadora ciudad del acueducto y del cerro de las campanas, donde acostumbramos fusilar a los traidores y a los usurpadores del poder.

Por parte de Jon, segurísimo estoy que no tendrá jamás el mínimo problema para probar lo que le pongan enfrente pues posee un aparato digestivo que envidiaría cualquier cocodrilo carroñero.

Sin más, a comer se ha dicho!!!

On egin/Buen provecho!!!